1/7/07

El ala averiada




Divagué que éramos aves, ambos estábamos húmedos y heridos, yo caí desde muy alto y vos dijiste: ese gorrión me lastimó, nos miramos tímidamente y con pudor alguien descubrió: vos tenés un ala, yo la otra… titubeaste, pero igual nos abrazamos y echamos a volar, al principio en un zigzagueo discontinuo, con el tiempo fuimos perfeccionándolo, juntos recorrimos el mundo, desafiamos las alturas y por más que en algún momento nuestras alas sanaron, nunca nos soltamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sencillamente hermoso.
Luis