6/7/06

Seres vivos o no tanto...

Miré al horizonte, intenté ver lo mas alejado que pudiese, cuanto espacio. Soy tan solo un punto finito en medio del infinito, un minúsculo e insignificante ente en el mundo, ni hablar del universo. Mire la nube más espesa, parecía un dibujo, tomé un alfiler, me lo clavé en el dedo y una gota de sangre se agrandaba en él. Intenté pensé en la cantidad de microorganismos que habitan en mi, para que yo pueda vivir… cada uno de ellos tiene su vida, ósea que yo podría haber sido tranquilamente uno de ellos. Entonces una persona es el resultado de los millones de microorganismos que paralelamente tienen vida para que esa persona subsista. Me miré las manos, de un lado del otro y ahí me di cuenta que mi hermano estaba al lado hacia como 15 minutos moliéndose de la risa con un chiste de tinelli (en el que uno de ellos hacia asomar desde la bragueta a la tan celebrada fruta tropical y con ella le hablaba de cosas cotidianas fingiendo indiferencia de la situación se le arrimaba al conductor que si quería esquivar el roce). Y yo como si fuera una tercer persona que nos miraba a ambos: a mi mirándome la cantidad de pliegues que tiene la palma de mi mano y a mi hermano, allí mismo me fui a bañar, mientras mi alma se poblaba de envidia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que profundo!! puto te odioooO!! De donde sacas tanta mente????