Dios quiere que valla a misa?

“No creo en Dios, hasta dudo de que Perón haya existido, pues no lo vi. Pero mi hermanito me pidió que valla a su primera comunión” dijo Alejandro antes de entrar a la iglesia. Che, a ese tipo colgado la abuela también lo tiene. Se sentó, se tronó los nudillos, y comenzó su lucha con un paquete de frenchitas que no se dejaba abrir. Luego empezó a susurrar “psss, maaaa, mamáaaa” (de esos susurros que se oyen más alto que una persona hablando normalmente) “Qué? qué querés Ale?” (con tono rezongón), “nada, deja…deja. Si tanto te molesta”.

En un momento lo mire y estaba moviendo levemente la cabeza y con un pie marcaba un ritmo inexistente. El resto de la misa plagado de comentarios del estilo “che, como chupa este desgraciado” y balbuceaba (como muchos de nosotros) cuando el cura decía algo y la muchedumbre a coro respondía, el se limitaba a acertarle las ultimas silabas. Incluso se empeñaba en colocar un “amén” donde no iba. Se fue, no sin antes hacer la señal de la cruz al revés. Salimos de allí, y Dios atropello a una vieja, que se coreó todas las canciones de “Dios es mi pastor” y Alejandro sin embargo se fue caminando y bailando tap.