Los regalos
Salí a comprar un regalo, me metí en uno de esos bazares que venden de todo, lo recorrí, me volví a pasar como 7 veces en un sistema aleatorio por los mismos lugares, iba de aquí para allá como si fuera a aparecer algo nuevo. Al final, claro, termine comprándome giladas para mí, (esos artefactos eléctricos para calentar el agua dentro del termo y un cuaderno) y claro, no pude imaginar ponerme en el lugar de las vendedoras de esos todo por dos pesos, que ven a la gente venir ir, y yo era una de esas “gentes”. Me compre la revista gente, ya que no me gusto el culo que traía la “caras”. Y la pregunta es: ¿cuando la revista dejara de llamarse caras, para llamarse “culos”? Volviendo al tema, Perdí 1 hora en búsqueda del regalo que jamás compré, y por supuesto que es porque me gusta elegir el regalo acorde a la persona, quiero que hagan eso conmigo, sino, uno termina comprando un par de medias, una lapicera con portaminas… esas cosas para no involucrarse mucho. En un momento pensé en comprar una regla, una abrochadora, perforadora. Y aunque eso no es muy de “cumpleaños” me parece que esos artículos de oficina que muchos queremos tener, pero no tenemos ninguna razón para comprarlos. El peor regalo que dí, sin lugar a dudas fue el casete de Sergio el Lovison del Oeste, (aun me lo están recriminando) y aunque aun es tema de conversación con mi psicólogo, (el siempre me carga con eso) juro rotundamente que si alguna vez alguno de ustedes me lo pregunta, voy a negarlo rotundamente. En cambio también están los que regalan lo que les gustaría a ellos que le regalen, “gracias un cd de ¿Pink Floyd? –Si, no sabes lo que está, me vas a tener que prestar para que me lo grabe a ese.
*Grabar está muy mal, mentevirgen no asume ningún tipo de responsabilidad en caso de ser acusado como apología a cualquier violación de la ley. Ningún animal fue dañado durante el periodo de realización de este texto.
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