El Galeano
Le preguntaba Bruno ¿Qué hiciste? al nenito con las fibras en la mano y su boca toda teñida de cien celestes, y lo seguía zamarreando y volvía a preguntarle: ¿qué hiciste? Esa hermosa mesa se veía bastante costosa, lástima que tenía unos cuantos garabatos recién instalados por su sobrinito. Intenté ayudar: “Bueno, fijate si podés borrarlos con alcohol”. Bruno me contó una historia: “Cuando yo era chico, con mis hermanos éramos terribles, con los marcadores escribíamos por cualquier lado. Una vez, mi viejo estaba pintando toda la casa y en lugar de lijar la puerta del baño, decidió barnizarla por encima de mis garabatos. Ahora , cada vez que voy al baño y veo esas líneas revueltas, recuerdo cuando tenía ésta altura (pone horizontal su mano, apenas encima de su rodilla). Ver esos dibujos me emocionan, actúan como una fotografía.”… hizo silencio y en tres minutos regresó con una lata de barniz.
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