Comida chatarra y otros problemas sexuales. Parte I
Las reglas del juego parecen ser evidentes, el amor sin amor, “el engañar al estomago”.
Una peculiar forma de ver a las personas como enchufes o tomacorrientes, según su condición sexual… todos tenemos uno de estos y parece ser que si no esta “eso” adyacente al cuerpo, sino florece desde nuestras entrañas algo mas que enchufar o dejar enchufarse, entonces es solo recibir la descarga eléctrica, sin lograr que algo permanezca encendido… No habrá más rastros, el presente es lo único tangible, lo sé y la verdad es efímera, lo mediato, lo inmediato y peor aun lo meditado.
Ya no habrá mas formas, la estúpida y tan trillada riña entre la calidad y la cantidad… Es mentira que besar sin amor no tiene sentido y el cuerpo como una acción mecánica insulsa.., el coger, el transe… estimulan las terminaciones nerviosas, ésto conjugado con que el otro nos haya elegido y sentirse objeto de deseo, el placer de cogerse a alguien es un premio, es conseguir a alguien que nos “entrega” algo que no se lo da a cualquiera, eso es un trofeo… claro, mientras no se lo de a cualquiera.
Si estas afirmaciones acá mencionadas no fueran certeras, entonces… por que la prostitución es tan popular? El sexo es placer, si a eso lo condimentas con amor, entonces tenés otra cosa distinta, coges acompañado.
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