El albino milagroso II
Recuerdo en uno de mis viajes, me volví a topar con El albino milagroso, esta vez estaba haciendo temporada en Mar del Plata. Uno se le acerco y le dijo: “Oh señor Albino, tengo 15 yates pero nada de cariño por eso siempre lo soluciono con un litro de vino” El milagroso lo miró, se le acercole, le metió las manos en los testículos de Jehová, lo tocó, lo frotó y lo sanó. Entonces una señora desde el fondo a los gritos sacudiendo su puño con bronca: es un impostor!, es un impostor! Y el albino milagroso hizo un pase mágico “suli Suli” grito y se le formó una luz en sus manos , entonces con las palmas abiertas se la dirigió a la señora alterada y en su puño estallo esa luz y se le apareció empuñando una regadera… el albino le dijo si me quieres pegar pégame con eso, querías una prueba visual ahí tienes, pero nunca olvides que: la fe esta en las cosas que el ojo no ve. Y la mujer lo cagó a regaderasos.
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