26/12/05

Trastornado

Tenés que salir a comprar preservativos, entonces vas al quiosco, pero vos que no sos de los que les gusta gritarle a los cuatro vientos “hoy la pongo” (hay invesiles que si, que les da gusto r a comprar) retomemos la historia, llegas al quiosco, y pasas de lado. Comprar ahí no da, al lado tuyo hay una vieja. Vas a otro lugar, ahora una vieja es la que atiende… la puta madre! Seguís caminando y hay una chica atendiendo…mmm no, no voy a cancherearle. Se me están acabando los quioscos, Por fin un pibe acorde a mi edad, ¿Cómo se los pido? Tenes preservativos –si cuales queres?. Mejor no, diciendo la marca eludimos esa pregunta. La transacción tiene que ser corta, pero también tiene que fingirse naturalidad. “Dame unos Beldent, y unos punticrem” Si, ya esta decidido… me acerco al quiosquero, “hola, dame unos beldent de menta y unos punticrem” el comerciante me facilita los chicles y “Natyyyy pasame una cajita de preservativos”, y la nenita viene y se los da. Cuando yo fui quiosquero teníamos un código: El cliente venía y mientras me miraban directo a los ojos con cara de seriedad con su cabeza me afirmaba lentamente, yo asentaba y le daba a escondidas dicha mercadería.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, como te va? hoy mojo la laucha, dame un forro. y Chau.. ahhh... che, para el sexo anal, tengo que usar forro?

Anónimo dijo...

esa es la ventaja de ser chica! jaja algo bueno tenia que haber!