Sábado
1 Sábado atrás.
-nico, tenés que hacerme la gamba, estoy viendo que onda con una piba y va a ir con la amiga.
-bueno, todo bien.
Y lo que detesto de estás “citas” es la obviedad de todo, está todo en evidencia. Hay dos personas que están con las expectativas del otro, anhelando que pase algo. Entonces se me ocurrió algo perfecto para neutralizar eso. Una boludez de lo más simple, cuando entre al pub y mi amigo vio a las chicas, yo me demore saludando a un conocido, para mis adentros pensé, “excelente ahora tengo la excusa perfecta si quiero irme” entonces llegue a la mesa donde ya estaban mi amigo con ellas 2, salude y tire el colchón de mi excusa “que bueno, me encontré con un amigo que no veía hace un montón” entonces con la piba nada, no hubo interés, pero tampoco hizo falta la excusa nos mantuvimos en silencio (escuchando el karaoke y todo el circo). Pero era obvio ella esperaba que yo ataque, quede como el boludito. No me importa.
Este último sabado.
Voy al mismo lugar, con un montón de gente conocida, conozco a alguien, esta vez si pego onda, ella es tan linda, tuvimos charlas copadas y le dolía la panza de tanto reírse, todo cerraba… entonces en un momento habían 2 sillas libres en una mesa ocupada… me acerco “¿disculpame, están ocupadas estas sillas?” y casualidad… la concha de la lora… las de la mesa eran las 2 pibas de la cita del sábado anterior.
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