Es feo cuando sabés que existe una palabra exacta para eso que querés expresar, de hecho estás seguro de que esa palabra es muy común, y entonces la ansiedad gobierna, empezás a desesperarte… “ayyy, la puta madre!, no me sale” y haces fuerza con los ojos, los fruncís y mirás para todos lados, “la concha de su madre, como era” tu puño se cierra, golpeás la mesa. Es inútil, los movimientos físicos que hagas, no tienen relación con la memoria.

finalmente la palabra sale cuando ya no la necesitas, igual sentís un alivio… como cuando aguantas y aguantas y finalmente meás. Algo parecido paso hoy en el trabajo:

Valeria- …si, como la gaseosa de yerba…

Yo- si, desapareció sin dejar huellas, ¿cómo se llamaba?

-No, no me acuerdo

Y entonces comenzó nuestra busqueda por los pasillos abandonados de la memoria, encontramos al grupo Magneto, al “Hijo de cuca”, un abanico tirado de los Locomia y hasta un caset de xuxa dado vuelta, en el cual se escuchaba un mensaje subliminal, el cual decía a coro: “Jesú se la come judas se la dá”, pero de la bebida nada. Entonces pedimos ayuda a las memorias más próximas: Clide, como se llamaba la gaseosa esa que sacó coca cola, de yerba? -Ayy, no se. Seguimos sumando gente, Guillermooooo… y nada, Guillermo nada, Clauuu… y Claudia tampoco se acordaba. Nunca falta aquel que tira pilares de nombres, eludiendo hábilmente al correcto: “litoral”, “hierbas”, bla bla bla.

Fácil 3 horas, obviamente interrumpidas, aspirando rescatar de los suburbios a aquel fracaso de la coca cola.

Finalmente, cuando Valería que estaba instruyéndole a Clide un bizcochuelo, interrumpí al grito de “$@#&%”

Si, pude acordarme el nombre y estoy seguro que mis oyentes (¿?) mientras leian, habrán afrontado la taréa de recordar el titulo de ésta bebida. Quien sepa la respuesta, ubíquela en el comentario de este post.